Ya sé dónde estás

Tranquila, no voy a ir a verte. Corro el riesgo de enfermarme cuando me cierres la puerta en la cara. 

Voy a transcribir acá, el mensaje que te envié por Whatsapp con la esperanza de que escuchar mi voz te removiera algo dentro tuyo. Pero no. 

Si lo borraste, acá quedará para el recuerdo. Primero, mi agradecimiento a TODOS los que hicieron posible que supiera dónde y cómo estás, evidentemente con un aspecto en el que parecés mayor que yo (¡Increíble!).

Va el mensaje: 

No sé de quién es la frase pero dice "Cada instante que pases disgustado, desesperado, angustiado, furioso a causa del comportamiento de otra persona, es un instante en el que renuncias al control sobre tu vida".

Y yo pienso, cuando la leo, además de hacer la reflexión para mí misma, pienso en vos, Laurita. Pienso que no tenés control sobre tu vida y no lo has tenido durante estos 28 años.

Nunca pudimos saber la causa. Nunca pudimos saber por qué te pusiste del lado de todos los hombres que arruinaron mi vida y nunca de mi lado. No sé por qué lo hiciste, Laura, y vos sabés que te amo porque sos mi hija. Pero más que amor, yo lo que siento por vos es lástima.

He visto una foto reciente tuya y veo que parecés más vieja que yo. Estás muy avejentada, supongo que por la vida que has venido llevando. Y la verdad es que lo siento mucho. Siento mucha pena por vos y lamento esta vida que has llevado.

Y bueno, que seas feliz. Me gustaría saber si sos feliz pero no creo. No se puede ser feliz sin la familia. No tanto sin la familia. No se puede ser feliz sin amor y vos no tenés amor.

Vos has arruinado la vida de Marcela Paz, has arruinado la vida de tu hermano, la de tus abuelos, has arruinado mi vida y has arruinado TU VIDA, Laura. Lo siento mucho.


 



Comentarios

Entradas populares de este blog

47 años